4to 2da t.t Historia

Las mujeres armenias y el genocidio

*LECTURA COMPRENSIVA.

Durante el genocidio armenio perpetrado entre los años 1915 y 1923, las mujeres armenias sufrieron padecimientos específicos por su condición de género. Esta dimensión del genocidio permite recuperar la experiencia de las mujeres en esta y otras situaciones de violencia límite. SE TRABAJARÁ volviendo la mirada sobre una historia silenciada. 

La construcción de la memoria sobre el genocidio armenio es un largo proceso que DEBE pensarse desde la perspectiva de género y hacer foco en la historia de las mujeres. 



Durante este genocidio, muchas mujeres, jóvenes y niñas fueron violentadas sexualmente y/o raptadas para ser sometidas a la prostitución o incluidas en harenes. Ellas fueron tatuadas en sus manos, su rostro, su cuello o su pecho. Los tatuajes eran la marca de la esclavitud sexual y en algunos casos señalaban el nombre del propietario. Estas mujeres podían ser vendidas y cada vez que cambiaban de dueño les hacían otro tatuaje.
Esta violencia específica hacia las mujeres sufrió una doble negación: primero la  y, posteriormente, la  por parte de la propia comunidad.
Las mujeres que habían sido violadas fueron consideradas «indignas» y en algunos casos, paradójicamente,  a su vez fueron destacadas por su heroísmo, martirio y sacrificio. Lo que de otro modo, también invisibilizaba lo que habían soportado en sus cuerpos a través de la violencia sexual y el sometimiento a diversas formas de la esclavitud.
Además de la violencia sexual, otras formas de violencia específica de género fueron el trato inhumano a embarazadas y la violencia ejercida conta los hijos e hijas que quedaban a cargo de las mujeres en las caravanas. Asimismo puede considerarse entre las violencias la conversión al islam de manera forzada.
Frente a esta realidad la mayoría de las mujeres optaron por el silencio. De este modo, aquellas mujeres que habían sido victimizadas por el genocidio volvieron a ser violentadas.
Lo que caracteriza a la violencia sexual, es la estructura de poder, el uso y abuso del cuerpo de unos por otros. La autora , en su libro  (2003), señala que en el ejercicio de la violencia de género están en juego el significante masculino: «agresión y poder», y el significante femenino: «sometido, débil, conquistado, dominado», que caracteriza a las sociedades patriarcales. A través de violentar el cuerpo se busca someter la voluntad y la autonomía de las personas. Este tipo de violencia que somete, destruye y humilla, no sólo a las personas individuales, sino también a los colectivos.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional que entró en vigor en el año 2001, enumera y tipifica, de manera precisa las formas de violencias de género: violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable, como constitutivas de los delitos de lesa humanidad.

Testimonio de María Jacobsen

María Jacobsen (1883-1960) nació en Dinamarca y trabajó como misionera realizando tareas humanitarias en varios orfanatos ubicados en el Imperio Otomano. Fue testigo presencial de las deportaciones y de los crímenes del genocidio armenio principalmente en Jarpert donde documentó con fotografías los hechos. 

Fragmento de sus memorias:
... Los turcos forzaban a las mujeres y a los niños a marchar al sur en interminables caravanas de carne humana ya que el objetivo era la muerte. Los misioneros que presenciamos las brutalidades quedábamos perplejos e impotentes. Los soldados permanecían en las puertas y terrazas de las casas. Las súplicas de parte de los misioneros a los funcionarios del gobierno turco para ayudar a los enfermos eran en vano, ellos mentían diciendo que ya habían enviado médicos y enfermeras con los deportados. Los armenios eran conducidos a la muerte. Una orgía de sangre y terror que comenzaba con terribles abusos. Miles y miles de armenios eran asesinados de forma brutal con métodos inhumanos. Los muertos yacían apilados en las rutas. Nunca había ni médicos ni enfermeras para socorrerlos porque el objetivo era la muerte y no la asistencia. Por ese motivo los misioneros no podíamos salir de nuestros puestos, nuestras vidas también corrían riesgos, casi en forma permanente…
(Fragmento de Diario de una misionera danesa, Harput 1907-1919, Beirut, 1979. Citado en Diario Armenia)

Actividad 

1. Observen las imágenes de las mujeres armenias. ¿Qué implicancias puede haber tenido para estas mujeres las marcas sobre sus cuerpos retomando el tema de la doble victimización?
2. ¿Cómo han contribuido los testimonios de las mujeres armenias y sus luchas en la construcción de la memoria del genocidio?
3. ¿Por qué es importante el reconocimiento internacional del genocidio armenio y en particular la visibilización de lo que sufrieron muchas mujeres armenias en todos esos años?

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